22 nov 2016

Una mina de agua

No es exactamente así, el agua ocupa el hueco minero, del que la empresa eléctrica Fenosa extrajo 94 millones de toneladas de lignito para alimentar una central térmica que sigue funcionando en Meirama con carbón importado. La transformación del hueco de la explotación en un lago ha sido una forma de cumplir con la exigencia legal de restaurar la zona una vez que el lignito se acabó, es decir paliar los efectos de ese gran impacto ambiental. Hace unos 40 años, cuando empezó la actividad minera, no existía la legislación actual sobre Impactos ambientales. Ya dedicaremos algún artículo a los impactos de la minería.



El lago, que ocupa 171 hectáreas, con 2,2 kilómetros de longitud, uno de ancho y 205 metros de profundidad, está ubicado en la misma cuenca que el embalse que surte los grifos de los hogares coruñeses, exactamente a 13 kilómetros de distancia río arriba, y su gran capacidad permitirá, además de reservorio, de regular las inundaciones.

Un caso más “tradicional” es la presa de las tres gargantas de China, aunque, por sus dimensiones, se sale de los cánones normales de un embalse. Como cualquier otra obra ha originado beneficios, incluso ambientales a la zona, pero también muchos problemas e impactos ambientales.
 Con la información que podáis sacar de los enlaces, como esta infografia, intentad elaborar un listado, texto o algo similar, de los aspectos positivos y negativos de esta obra de ingeniería.

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