Podrá
poner la cara que quiera el sol que acompaña este texto pero a veces un volcán
le puede. Ya le pudo un meteorito hace 65 millones de años que provocó,
debido al impacto, una gran nube de polvo que reflejó los rayos del sol,
aumentó el albedo, los de CTM saben que es eso, La consecuencia ya la sabéis,
bajada de temperaturas , menos fotosíntesis y los dinosaurios , entre otros,
nos dijeron adiós.
A
menor escala un volcán también puede originar ese efecto, y de hecho lo ha
causado en varias ocasiones, la última en 1815. El volcán Tambora en
Indonesia entró en erupción con una fuerza inusitada que tuvo consecuencias en
el clima en todo el mundo. El año siguiente, 1816, recibió en el nombre
de «El año sin verano», «El año del mendigo» o «1.800
y congelado a muerte» debido al frío, la pérdida de cosechas y la
hambruna que azotó a toda Europa y América del Norte. Murieron unas 70.000
personas. Se cree que las extraordinarias condiciones que se vivieron inspiraron
obras literarias como «Oscuridad» de Byron y«Frankenstein», de Mary Shelley.
Sin
embargo, el deterioro global que convirtió la década de 1810 en la más fría de
los últimos 500 años se inició unos seis años atrás, con otra gran erupción que
se ha denominado «Desconocida», la segunda más explosiva en los
últimos dos siglos. En contraste con Tambora, esta erupción pasó
desapercibida, de forma que tanto su ubicación como la fecha exacta de la
misma son un misterio. Los únicos datos que apoyan su existencia son marcadores
reveladores en el hielo de Groenlandia y la Antártida, que registran los
aerosoles volcánicos tan violentamente escupidos que llegaron a la estratosfera
de la Tierra y algunos pequeños relatos de la época que describen fenómenos que
se podrían asociar a efectos de vulcanismo.
Otra
“desconocida” ya no lo es tanto: Alrededor del año 1257 se produjo una
colosal erupción volcánica, probablemente la más potente de los últimos
7.000 años, que expulsó una nube de cenizas tan grande que consiguió enfriar la
Tierra. El evento dejó en el aire ocho veces más azufre que la famosa erupción
cataclísmica del Krakatoa, el volcán expulsó aproximadamente 30
kilómetros cúbicos de roca, más incluso que la erupción del Tambora, y la
columna de erupción alcanzó una altura de hasta 43 km.
Un
grupo de geocientíficos franceses tenían indicios de que esto había ocurrido,
pero nunca habían conseguido localizar el volcán que lo provocó, lo que
acrecentaba el misterio. Según anuncian un volcán indonesio, el
Samalas, que forma parte del complejo volcánico Monte Rinjani en
la isla de Lombok, puede ser el culpable.Si quieres entretenerte en ver como es un volcan, fabricarte uno virtual y hacerlo erupcionar aqui tienes este curioso enlace y pincha Build your volcano.
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